Sobre las 7 de la mañana salíamos...
con nervios, dormidos, pero con ilusión. Una parada y vuelta al
autobús para continuar; tras unas cinco horas de viaje llegamos.
Allí nos esperaban nuestros monitores, y después de dividirnos en
grupos empezamos a conocer lo que teníamos a nuestro alrededor.
La primera visita guiada fue al palacio
del Acebrón construido a principios del siglo XX, posteriormente
paseamos por el sendero circular de un kilómetro aproximadamente de
distancia. Observamos la vegetación, animales y escuchamos
atentamente los ruidos de aves que se encontraban cerca.
Montamos nuevamente en el autobús para
ir hacia el Rocío: ver las casas de las diferentes hermandades que
peregrinan allí, las marismas y las diferentes aves que se
encontraban, árboles centenarios e incluso milenarios, la catedral
(aunque no pudimos verla por dentro), al fin y al cabo disfrutar de
un maravilloso entorno.
Sobre las tres de la tarde llegamos a
las cabañas donde durante los próximos días “dormiríamos” y
pasaríamos el rato con los amigos. Más tarde sol y playa... y así
durante los tres próximos día que estuvimos en Doñana.
Visitas, buenos momentos, playa, fiesta
y 'cachondeo'. Sin duda una experiencia que más de uno repetiría
sin pensárselo dos veces.
Antonio José Cano Pozuelo
Gloria Luna Ruiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario